Los patrones básicos de
movimiento están relacionados con la maduración neurológica; son nueve y cada
uno tiene una secuencia de desarrollo motriz.
1. Control
cefálico: El primero en manifestarse es el control de la cabeza. Se presenta de
los cero a los tres meses de edad y se consolida aproximadamente en el tercer
mes.
2. Cambio de decúbito: Se
manifiesta una maduración en el cambio de postura, pues el bebé logra pasar de
una posición supina (boca arriba) a una prona (boca abajo) y viceversa. Se
presenta aproximadamente de los tres a los seis meses de edad.
3. Posición
sedente: Se presenta cuando ya hay fuerza en el tronco y el niño logra enderezarse
con una flexión de cadera, apoyándose con el hombro, el brazo y la mano. Se
desarrolla aproximadamente de los seis a los ocho meses de edad.
4. De
sedente a decúbito prono: Cuando el niño logra apoyar sus palmas o brazos
manteniendo la cabeza y el tronco levantados. Se presenta de los seis a los
ocho meses.
5. Reptación
o arrastre: Se manifiesta a partir del patrón anterior, pero ahora está
involucrado el movimiento de los miembros superiores (brazos) e inferiores
(piernas). Al principio, el niño mueve brazos y piernas al mismo tiempo;
después logra mover de manera alterna las cuatro extremidades. Precede al gateo
y se presenta a la edad de seis a ocho meses.
7. De posición de cuatro puntos a hincado: A medida que evoluciona el enderezamiento del tronco, el niño va controlando la cadera y los brazos, sobre todo la pelvis, además de que se presenta el equilibrio. Esto ocurre entre los nueve y los once meses de edad.
8. De
hincado a bipedestación: El niño logra esta posición a partir del patrón
anterior; al inicio lo hace con apoyo, tomándose de la cuna u otro mueble. Se
presenta de los diez a los doce meses.
9. De marcha: Finaliza el proceso de los
patrones básicos de movimiento, debido a la maduración del sistema nervioso a
partir de la ley cefalocaudal. Se involucran la postura, el equilibrio, el
espacio, la estabilidad y la organización corporal.